Ya en tierras gallegas, los templarios también dejaron huella de su paso. El ejemplo más sobresaliente es Santa María del Templo en Melide (siglo XII). Esta pequeña iglesia de una sola nave es una auténtica joya del arte románico y está catalogada como Monumento Nacional. En su portada oeste nos encontramos con unas misteriosas inscripciones en las caras interior y exterior de la arquivolta más exterior. Son 48 signos que encriptan un mensaje en figuras geométricas: 24 equis, cruces invertidas, círculos, líneas curvas, rombos…

También en Melide podemos visitar la iglesia templaria de San Julián, con los mismos signos geométricos sin descifrar en el friso de su portada.
Atravesando Santiago y rumbo hacia el poniente, llegaremos al enclave mágico de Iria Flavia. Aquí hallaremos la Iglesia de santiago, el “pedrón”. Se trata de un templo neoclásico, pero guarda en su interior bajo el altar mayor, unas incripciones muy antiguas: un ara romana dedicada al dios Neptuno. Según cuenta la tradición jacobea, aquí fue amarrada la barca que trasladó los restos del Apóstol Santiago desde Palestina, acompañado por sus discípulos Teodoro y Atanasio, hasta las costas gallegas.

Noya es también un pueblo enigmático y rodeado de leyendas desde la época romana. Según una antigua tradición, Noé desembarcó en esta ría gallega y su nieta Noela fundó la primera villa poniendo su nombre al lugar. Por ello en el escudo de la ciudad aparece el arca de Noé flotando sobre el agua y una paloma con una rama en su pico.
Si visitamos el cementerio medieval de Santa María, veremos unas lápidas grabadas con extraños símbolos. En su centro se erige un pequeño templete a cielo abierto, rodeado de tumbas y con un cruceiro en su interior, rematado en una bóveda piramidal apoyada en cuatro pilares. Se cuenta que fue donación de un soldado de la Orden del Temple a su regreso de las Cruzadas; y que trajo consigo la tierra de estos lugares Santos.
Según las antiguas enseñanzas, la pirámide es un símbolo de ascensión celestial. También se identifica con el fuego espiritual o la Luz de Cristo en el corazón de los creyentes. Todo esto coincide con la inscripción de INRI (Ignea Natura Renovatur Integra) que observamos en la cara anterior de la cruz orientada hacia poniente. En el friso oeste aparecen representados cinco círculos entralazados con unas figuras inscritas en su interior que podrían encriptar un misterioso mensaje: un trébol, un libro abierto señalado por un lápiz, un rostro con forma de luna, otro libro abierto y un rostro con forma de sol.
En el exterior del mismo hay que destacar el tímpano policromado de la puerta principal, que representa la Adoración de los Magos, y la figura del obispo Landoira de rodillas y San José a la izquierda de la Virgen.
En definitiva, todo lo que rodea al mundo de los templarios: su filosofía, sus símbolos y su arte siguen siendo enigmáticos para nosotros a día de hoy. Pero sin duda hacer el Camino de Santiago es una buena forma de conocer de primera mano el asombroso legado que han dejado para la Historia.