Paseando entre jardines: descubre la ruta de las camelias (4ª parte).

4) El Pazo de Rubianes y otros destinos al sur de Galicia

Las camelias siguen creciendo en el sur de Galicia en jardines públicos y hasta en doce pazos privados, que completan parte de nuestro patrimonio floral de hasta 8000 variedades de camelias.

En las Rías Bajas las camelias tienen un clima suave y húmedo donde crecer y sorprendernos con su extraordinaria belleza.


Uno de los destinos más importantes es el Pazo de Rubianes, conservado en perfecto estado durante más de cinco siglos de historia. En sus 65 hectáreas de terreno alberga un gran jardín, un huerto, un bosque ajardinado y viñedos de albariño.



Más de cien especies florales adornan este jardín, pero la camelia es el emblema del pazo de Rubianes desde comienzos del siglo XIX. No en vano se conservan aquí más de 4500 ejemplares de esta flor y todo tipo de especies botánicas que nos dejarán asombrados con su belleza.


El ajardinamiento del pazo comenzó a finales del siglo XVII por la zona más cercana al pazo y el llamado “estanque de las ranas”. En el siglo XVIII se continuó con las obras más importantes. Se introdujeron nuevos cultivos: magnolias, calocedros, fresnos, alcanfores, araucarias, robles, alcornoques… destacan sobre todo los eucaliptos, traídos por el obispo de Tui en 1820 y que hoy se encuentran entre los más grandes de Europa.

La pasión por la jardinería se heredó de padres a hijos, convirtiendo así el Pazo de Rubianes en un entorno natural único.



Ya os contamos que en el pazo existen 800 variedades diferentes de camelias, pero ¿sabíais que de estas camelias se extrae el aceite con el que las monjas del monasterio de Armenteira elaboran sus jabones artesanales? Sin duda es un bonito recuerdo que podemos llevarnos de este lugar.

El otro motivo por el que es conocido el Pazo de Rubianes es por sus viñedos. Las primeras bodegas datan del siglo XV. Gracias a su suelo de procedencia granítica y poco profundo, dispuesto en laderas de pendiente media con orientación suroeste, este paraje es excepcional para el cultivo del albariño. Os recomendamos disfrutar de este vino acompañándolo de los exquisitos mariscos de nuestras rías.

Si queremos seguir bajando, encontraremos los pazos de Quinteiro da Cruz y de A Saleta, donde nos veremos rodeados de entornos mágicos con más de 2000 variedades diferentes de camelias.

La finca de A Saleta, en el municipio de Meis, consta de cinco hectáreas de terreno rodeadas de robles, alcornoques, eucaliptos y un jardín de tipo inglés diseñado por la paisajista Brenda Colvin.

Al entrar, veremos una casa señorial con una capilla dedicada a la Virgen de la Saleta. En su interior conserva un retablo y una bóveda policromada. Hacia el exterior, veremos un hórreo típico gallego y un palomar de planta octogonal.

La flor más emblemática en la finca de A Saleta es la camelia. Podemos encontrar variedades de todos los colores: blanco, rojo, rosa, violeta, jaspeadas… llenan de vida el jardín hasta la entrada de la primavera.

Te recomendamos aprovechar tu estancia en las Rías Bajas para conocer la comarca del Salnés, sus establecimientos de artesanía, sus paradores y monumentos más emblemáticos… Nada mejor para terminar el día que una cena en buena compañía, en la que el marisco de la ría y el vino albariño sean los protagonistas.

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